Obras más relevantes
La obra fue financiada por los reyes católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, como monumento conmemorativo del martirio de San Pedro.
El edificio circular es la figura que evoca la realidad divina del cosmos (La Creación) y la expresión conceptual del "Sagrado" y representaba la ciudad ideal de Platón.
La arquitectura tiende a caracterizar la tendencia de eliminar elementos superfluos y decorativos y también la búsqueda de una monumentalidad que se basa en la simplicidad y la armonía; esencia de la arquitectura de la antigua Roma.
La Basílica de San Lorenzo es poco llamativa desde el exterior, porque su fachada, que iba a diseñar Miguel Ángel, quedó sin terminar. Sin embargo, su interior es impresionante y revolucionario.
La financió la que ya, a mediados del siglo XV, era la familia más rica y poderosa de Florencia, los Médici, y la diseño el arquitecto más innovador de su tiempo, Filippo Brunelleschi. Aunque San Lorenzo se terminó tras su muerte y en algunos detalles (sobre todo en las capillas laterales) sus planes iniciales quedaron alterados, contemplar la inmensa basílica sigue siendo una experiencia sobrecogedora. No a la manera sentimental, espiritual y apabullante de las catedrales góticas, sino de una manera nueva, racional y armónica, hecha por y para el hombre.
La Villa Rotonda está compuesta de cuadro fachadas iguales, cada una de las cuales sigue el modelo clásico del templo romano. En su interior hace un uso magistral de luz, que ilumina los espacios y los esquemas constructivos siguiendo el plan ya establecido por Brunelleschi. Su centro lo corona una cúpula que recuerda en cierto modo al Panteón de Roma. Es, como los mejores ejemplos del Renacimiento italiano, un sentido homenaje al clasicismo pero a la vez un edificio tremendamente innovador.